La historia de Aperimax está ligada desde sus inicios a Juan A. Amor Pedraza, fundador de la misma.
Entrada la década de los 80, Juan Amor inició sus pasos en el mundo de la fabricación de frutos secos, empezando como repartidor en Macoa, empresa de cacahuetes, almendras, pistachos, etc. Al tiempo se le ofrece la oportunidad de quedarse con el negocio y tener su propia fábrica de frutos secos.
En 1993, junto al apoyo de su mujer Toñi Mora, creó Aperimax como sociedad y como marca aunque nunca dejó de comercializar la marca Macoa.
Gracias a la experiencia y la confianza en sí mismo y en sus productos, Juan Amor inicia su internacionalización. Su primer mercado es Francia. El éxito de la apertura de este nuevo mercado, lleva a Juan Amor a buscar otros destinos en Europa y Estados Unidos. Aunque su ilusión era tanta que nunca dejó de creer en nuevos retos en los diferentes continentes.